Hasta pronto Ana

Yo siempre he pensado que en un país como México, tan de ídolos guadalupanos, cristianos y televisivos, es bien complicado tomar el deporte tan a la ligera.

A falta de una guerra, o una batalla o algo que nos dé líderes, el deporte es lo único que nos queda para sentir confianza en que hay cosas que se pueden hacer de manera diferente, porque hay escasas actividades en donde podemos encontrar a gente como Ana Gabriela Guevara.

Porque con todo y su edad, Ana Guevara se va como tricampeona panamericana (y según mis cuentas, América es medio mundo), además de haber sido campeona mundial, medallista en el último mundial de atletismo y subió al podio olímpico; además es ganadora de la Golden League. Yo no sé que sea lo que piensen ustedes, pero no debe ser fácil ganar una medalla olímpica, del metal que sea y menos en un deporte tan claro y limpio como las carreras, cuando lo que importa es llegar primero, escencia misma de cualquier competencia. Ella simplemente ganaba y nunca se quejó.

¿Qué de malo hay en denunciar las cosas que se hacen mal? En México estamos tan acostumbrados a ser explotados que se nos hace normal que haya gente que viva en la miseria o, como en el caso de los deportistas, que tengan que luchar más allá de los límites de su actividad para tener un logro, por mínimo que sea. Y de todo esto la culpa no la tiene el deportista, sino la gente que prefiere decir "a mi me vale madre todo, al fin a mi no me sucede nada malo". Puede que tengan razón, pero también puede que no sean más que cobardes que no quieren (por la razón que ustedes me digan) buscar la mejoría de sus semejantes. En Mexico, la gente no es mala, es valiente, pero es boluble y eso los hace inofensivos, como los deportistas que (en sus palabras) "la apoyaban, pero no se unían a ella".

Es tonto poner a un futbolista en la dirigencia de algo. Para ser futbolista no es necesario pensar, sólo es cosa de correr y entregarse al 100% (como dicen ellos), pero dirigir es otra cosa, para eso hay que usar el raciocinio y ese no está en los pies. No sé, mi mente comienza a divagar un poco y me dan tantas ganas de hablar de "Hugol" que mejor dejaré para luego esa tentación...

Hay gente muy, pero muy pendeja como Pedro Ferriz y este idiota que piensan que Ana es poco más que un cartucho quemado, cuando la realidad es que su ignorancia (voluntaria) no les deja ver la verdadera importancia de la sonorense. Porque tal vez no iba a subir al podio en Beijing, pero qué fuerza debe darte saludarla, platicar con ella o, simplemente, verla en la lejanía o en t. v. Ésa es la verdadera valía de Ana, que da valor a los simples mortales como yo.

Si yo pudiera, me gustaría tener los huevos que tiene Ana Guevara, porque yo la admiro mucho y deseo que su ejemplo se siga en todos los ámbitos nacionales.