It's our turn to try

Hay tierra amarilla y todo está bien. El viento sopla y el calor se siente con cada nuevo ímpetu del viento. El cielo es más azul aquí aunque supongo que debe ser sólo la ilusión óptica de ver todo caminando a tu lado. El brillo de las piedras y las flores en el cerro es más intenso de lo que jamás me imaginé. Para decirlo en pocas palabras, me siento feliz a tu lado, aunque las calles sean las mismas que he recorrido como mil veces antes de conocerte, aunque los ojos de la gente sigan sin notar mi presencia y aunque la lluvia nos moje, como cuando fuimos niños y ni tu ni yo pensábamos conocernos en algún tiempo.

No creas que me hacen falta ganas de salir corriendo cada que te veo, aunque es como dice la canción, no es porque te tenga miedo, es sólo que siento que mi suerte ha sido demasiada y no quiero que se termine en un tiempo muy largo. Nunca me ha preocupado mucho el futuro, ya que fuera de la conjugación, éste no existe; pocas veces he planeado algo y casi siempre estoy sujeto a lo que la diosa fortuna depare para mí y hasta ahora, me ha correspondido de la mejor manera posible: contigo. He sido valiente y me ha gustado mucho, has sido valiente y eso me ha dejado con los sentidos hechos polvo a cada que pienso en ti, por eso quiero y casi necesito verte siempre.

¿Alguna vez te he contado la historia del Zahir? Seguro un día (más bien noche) te lo cuento. A grandes razgos, es la historia que Borges escribió pensando en ti.

Yo creo que hay viajes que no deben hacerse solos. Me refiero a los importantes, a los viajes cortos, los sencillos, los que se hacen a pie bajo la lluvia o con un poco de frío. Porque son en ese tipo de recorridos en donde puedes tomarte de la mano y hacer como que el universo ha dejado de existir, junto con la gente y los ruidos y el tiempo. Es que me parece que desde hace años extraño tu presencia a pesar de que te acabo de conocer y por eso es que me gustaba tanto caminar aparentemente solo, para poder platicar contigo convertida en una ilusión, en un sueño, que hoy por suerte, se ha convertido en realidad.

La suerte es aquí la cuestión clave. Pero tendría más suerte de que estuvieras aquí, para callarme con un beso, porque esto que escribo no va a ningún sitio aún cuando quiero que ambos nos demos una vuelta por el universo. Lo ideal sería escribir una cosa que te dijera lo mucho que te quiero, que te dijera que en realidad te he querido desde que la luz se había ido del camino... pero esos tiempo de oscuridad se quedron en el remoto pasado y se nos vienen encima estos nuevos, los que saben a ti, que huelen a ti; tiempos llenos de vida y de luminosidad, a pesar de que vistas de negro casi siempre.

Después de tantos días de scribir sobre esto, ya no hay lógica que funcione bien, excepto la de que estoy pensando en ti, sea o no importante. Pienso en ti cada que se hace de noche y cada que sale el sol, sueño contigo con los ojos abiertos y a veces, también cuando duermo. Si pudiera pedir un deseo, no lo dudaría y pediría que estuvieras conmigo siempre y entonces te contaría todas las cosas que se me ocurren, que no son del todo útiles, pero que son mis cosas y entre ellos algunos sueños, de los que planeo cumplir, de esos que sería lindo compartir con una persona como tu, no, mejor dicho, sueños que quiero hacer realidad a tu lado.

Pero para eso tiempo, seguramente ya vendrán las complicaciones y esas cosas, pero por lo menos hoy es martes y hoy soy muy feliz. Te quiero mucho.