lunes

Sobre no saber lo que uno quiere (a tiempo)

Sintió en su boca el suave olor de la fiebre y lo aspiro como si quisiera llenarse de las intimidades de su cuerpo. Y en ese momento se imaginó que ya llevaba muchos años en su casa y que se estaba muriendo. De pronto tuvo la clara sensación que no podría sobrevivir a la muerte de ella. Se acostaría a su lado y querría morir con ella. Conmovido por esa imagen hundió en ese momento la cara en la almohada junto a la cabeza de ella y permaneció así durante mucho tiempo.

Y le dio pena que en una situación como aquella, en la que un hombre de verdad sería capaz de tomar inmediatamente una decisión, él dudase, privando así de su significado al momento mas hermoso que había vivido jamas (estaba arrodillado junto a su cama y pensaba que no podría sobrevivir a su muerte). Se enfadó consigo mismo, pero luego se le ocurrió que en realidad era bastante natural que no supiera que quería: El hombre nunca puede saber que debe querer, porque vive solo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni de enmendarla en sus vidas posteriores. No existe posibilidad alguna de comprobar cual de las decisiones es la mejor, porque no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. Pero ¿qué valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es ya la vida misma? Por eso la vida parece un boceto. Pero ni un boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro.

Milan Kundera. La insoportable levadad del ser.

Lunes

Te escribo esto con la esperanza de que cuando pases por acá sientas un poco de calor, porque hace mucho frío.

Frío como de viento en las torres. Ese viento que nos hacía caminar de espaldas cuando pasábamos por ahí, que supongo que tiene el mismo efecto, pero hace tanto de eso que no pasamos ni tantito cerca, que la situación pudo haber cambiado. No sé, sería cosa de ir. Pero no iba a hablar del viento ni de esa avenida tan fea. Quería darte una idea de como es el frío, es más, hace tanto que hasta puedes escucharlo y si le pones atención, te dice cosas. Las cosas que dice son cosas que no tienen hilación con la realidad, porque uno termina por entender que son cosas imaginarias, como las hadas y todo eso en lo que creen los niños.

Yo me acuerdo que mil veces temblamos, apretados el uno contra el otro, metidos en esa congeladora que tuvimos por escuela. Sólo que en la soledad esta en donde me mandaste a vivir es bien difícil encontrar a alguien que quiera equilibrar su sistema termodinámico con el mío. Si lo he buscado, pero es complicado. Aunque en el trabajo es más fácil, porque en medio de tantos papeles, no tengo mucho tiempo de acrodarme de ti ni de nada más, pero de vez en cuando leo esto o aquello y mi malvada memoria me lleva a ese pasado de sonidos dulces. Es que yo no tengo del todo la culpa de recordarte tanto, porque después de compartir hasta los sueños, uno termina por acostumbrarse a la presencia de las personas, máxime si esa persona eres tú. Pero tampoco quiero contarte sobre mi empleo mal pagado, pero altamente aventurero. Eso te lo platico después.

Nunca ha sido fácil caminar en el descampado, menos cuando hace aire y lueve. Tu de esto no tienes ni idea. O por lo menos no creo que tus páramos sean los mismos que los míos, por más que la ciencia me diga que el universo se dobla y se desdobla, la verdad si estamos paralelos esta vez. ¡Qué historia tan rara la nuestra! Porque hay que estar enfermos uno del otro para hacer lo que hacemos. Porque a pesar de todo, tu me extrañas y yo también a ti. Y sería todavía más demente intentar explicar, por eso nunca nos tomamos la molestia, porque hoy los reencuentros se extinguen como los dinosaurios (los que quedan), así que en vez de hablar, me callo y en vez de pensar siento. Eso saldrá mejor.

martes

Post que no cambiará en nada ninguna situación (parte II, porque es igualito al de abajo)

Iba a seguir diciendo tonterías, pero mejor ya no.

Sólo los dejaré un pequeño aporte:

"Revolución significa lograr que nadie viva del trabajo de nadie"

Punto.

lunes

Pensamientos que no cambiarán al mundo (parte I)

Seguramente mis pensamientos no cambiarán el mundo, pero he aquí mi humilde opinión.

La democracia es una pendejada. Pues si lo es, ni modo. La última vez, no fui a votar porque perdí mi credencial para votar con fotografía (en ese orden las palabras, por favor) justo dos semanas antes de los comicios (los del fraude pues) y el tiempo para sacarla (no sé de donde) de nuevo fue insuficiente. De esa situación tuve dos ventajas. La primera de ellas es que no tuve titna indeleble en el dedo gordo y la segunda, la más importante de todas, que no cargaré en la conciencia haber elegido a FeCal como presidente de la nación. Así fue y me alegro.

Pero a lo que voy es a lo siguiente: Imagino que en el pasado eso de la democracia era lo más chingón del universo. El pueblo ejerciendo su legítimo derecho de elegir a sus gobernantes (porque lo importante de la democracia es la representatividad), derecho negado durante miles de años por los poderosos, el opresor imponiendo leyes, leyes que desde luego eran para su beneficio; imponiendo líderes que cederían a sus intereses; todo eso arrebatado por esos revolucionarios democráticos. Suena bien. Pero de eso, según yo, nada para el día de hoy.

Yo digo que la democracia hoy en día es el arte de vender mamadas. No recuerdo bien su nombre, pero allá en algún país europeo una mona quiso ser elegida para un puesto importante y decidió proponer que a todos los que votaran por ella (de bastante buen ver, por cierto) recibirían a cambio, sexo oral. Hasta donde supe, la oferta se canceló, lamentablemente, pero que gran ejemplo dió esta mujer (inteligente ad infinitum) sobre la libertad de elección hoy en día.

Sé que esto no tiene nada que ver con estos tiempos de inundaciones, mucho menos con los tiempo futboleros y de lejos, apenas, con el orden mundial. Pero si.

México es un país democrático al 100%. En el pasado no sé, porque en el pasado yo no existía, pero lo que veo hoy me da un poco de temor. La tele gobierna y ella es democracia pura. Los ratings (no se si así se escriba) dicen qué se queda y qué se va dentro de la vida del país. Por ejemplo, la ayuda a "nuestros hermanos de tabasco". Digo, no es cosa de dejarlos morir solos, pero tampoco es cuestión de exhibirlos junto a un anuncio de cualquier cosa y tener una audiencia récord. Se me hace un acto cruel alegrarse por la desgracia de esta gente como lo hacen estos "comunicadores". Ya los imagino el próximo año: "ojalá se inunde Chiapas""Ojalá Toluca se queme"... Igual sucede con el gobierno. Puede ser que la delincuencia sea algo de suma importancia, pero definitivamente no debiera ser la prioridad de un gobierno con tres dedos de frente (o dos, en su defecto). Pero hoy parece que "el combate a la delincuancia" lo abarca todo y con ello, se resolverán los grandes problemas del país. Puede ser que yo posea un limitado poder de visión, pero desde mi perspectiva, dudo mucho que el convertir al territorio nacional en campo de tiro sea la solución, pero mientras los medios estén a favor, ¿a quién le importa lo demás?

El futbol no se salva (asunto igualmente importante que la vida nacional), porque mientras Hugo sea rating, mientras Hugo venda, mientras Hugo nos contagie de su "mentalidad ganadora", la democracia dirá que debe quedarse, proque la inmensa mayoría lo indica así.

Pero el principio de mayoría es tan absurdo que me decepciona de la inteligencia humana. Porque la masa es tonta. No se me ocurre un buen ejemplo para ilustrar lo que digo, pero de seguro habrá algún caso en el que una manada de búfalos haya caído por un acantilado, o de algun atajo de borregos que haya sido aplastado en carretera por seguir a su rebaño (sin alusión a ningun equipo de primera división), qué se yo. El hecho es que hoy la masa es sabia. La masa, comparada porque no le queda de otra sabe decidir lo correcto y opta por lo que ve y repite todos los días. Pareciera que el poder elegir de entre dos o tres opciones (¡porque no hay más!) es lo cool...

O de seguro el pendejo soy yo, porque todo el mundo debe pensar esto, no. ¿No?

¡Esto con el PRI no hubiera psado!

P. D. Esto iba a ser el gran post de mi vida, pero como me dió flojera escribirlo anoche, la oficina lo deslavó... que triste...

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