martes

Versión de prueba

Hoy quiero escribir cosas que no se hayan escuchado jamás, pero sé que no tengo el talento necesario ya que desde el comienzo he hecho alusión a Neruda, que como yo amaba las cosas ...no sólo las supremas, sino las infinitamente chicas, el dedal, las espuelas, los platos, los floreros...

... Amo todas las cosas, no porque sean ardientes o fragantes, sino porque no sé, porque este océano es el tuyo, es el mío: los botones, las ruedas, los pequeños tesoros olvidados, los abanicos en cuyos plumajes desvaneció el amor sus azahares, las copas, los cuchillos, las tijeras, todo tiene en el mango, en el contorno, la huella de unos dedos, de una remota mano perdida en lo más olvidado del olvido...

... voy por casas, calles, ascensores, tocando cosas, divisando objetos que en secreto ambiciono: uno porque repica, otro porque es tan suave como la suavidad de una cadera, otro por su color de agua profunda, otro por su espesor de terciopelo.

Quizá un trozo de tela, un reloj, un espejo, una caja de cereal ...muchas cosas me lo dijeron todo. No sólo me tocaron o las tocó mi mano, sino que acompañaron de tal modo mi existencia que conmigo existieron y fueron para mí tan existentes que vivieron conmigo media vida y morirán conmigo media muerte.

Yo amo nuestras cosas.

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